SUBIDA VIRGEN DEL ESPINO 2023

 Dos de Septiembre de 2023. Una nueva edición de la Subida a la Virgen del Espino. Ya va por la quinta. Nueva oportunidad de bajar mí marca en esta carrera o por lo menos, tener la oportunidad de saber, donde situarnos respecto al año pasado. 

Siempre correr en casa es un lujo. Los desplazamientos son cortos, el recorrido lo conocemos, la familia está animando en la salida y en la llegada. 

Toda la semana consultando la App del tiempo, ya que anunciaban un cambio drástico de temperaturas y posibilidad de tormentas. Teniendo en cuenta el terreno por el que transcurre la carrera (parte por tierra), si llovía, la posibilidad de charcos y barro, podían dificultar muchos tramos del recorrido. 

La mañana me la pasé viendo el cielo encapotado y cómo descargaba agua todas esas nubes negras. Ya sólo era pensar que a la hora de la carrera parase y diera un respiro. 

La planificación de la carrera era muy similar a la del año pasado. Primeros kilómetros en cuatro treinta y luego aguantar ritmo en las subidas más complicadas. Sabiendo que el terreno iba a estar mojado y embarrado. 

Hasta el tercer punto kilométrico, todo correcto, cómo había planteado mí carrera, pero llegaba lo más difícil del circuito y empecé a pasarlo mal, bastante mal. Las piernas no iban, la cabeza tampoco y el cuerpo con ganas de parar. 

En mi mente dos premisas, no parar y darle la vuelta a lo que me estaba ocurriendo. Quedaban cuatro kilómetros para meta, pero sabiendo que habría zonas favorables, tenía que recuperar las sensaciones del principio. 

Avituallamiento y zona de bajada. Hay que probar, ver si las sensaciones de la subida son reales, o estaba mejor que lo indicado por mí mente. 

Mirada al reloj, ver que podemos estar cerca de la marca del año pasado y mentalmente reactivar sensaciones. 

Pero llegaba otra zona de subida (zona de los Maristas), otra vez las piernas no daban y el ritmo volvía a bajar. Además, empezaba la lluvia. Había respetado casi toda la carrera, pero en el final quería hacer acto de presencia. 

Este año no habría mejora de tiempo y bajar de los cuarenta y cinco minutos sería tarea difícil. Pero nunca he dejar de pensar que soy un corredor popular, qué hago esto por diversión y no bajar el tiempo del año pasado, no es la prioridad. 

Llegada con mí hija dando ese último ánimo y parando el reloj en los cuarenta y cinco minutos exactos. 

No hay mejoras con respecto al año pasado, pero estamos muy cerca. Ahora sólo queda continuar trabajando, para seguir avanzando y buscar una nueva edición el año que viene.