CRÓNICA 10K ROCK 'N ROLL MADRID

 Cada día este deporte (del que cada vez estoy más enamorado) me da una pequeña lección siempre positiva

Desde el primer dorsal que me puse, hasta el de ayer, y ya van unos cuantos, todos me van formando y me hacen aprender. 

Venía de carreras con objetivo para uno mismo, pero ayer era diferente. Tocaba acompañar y dar motivos a otra persona, de por qué este deporte a nivel popular es indescriptible. 

Esta carrera se realiza en tres modalidades distintas. Por eso ya en el metro o salir de él y ver runners con las mismas ganas que uno lleva, hace que se respire un ambiente difícil de describir. 

Va saliendo el sol y parece que el día va a respetar a los corredores. En la línea de salida una marea amarilla aguarda al pistoletazo de salida. 

Al salir de la Castellana y ser una avenida grande no hay problema de coger ritmo. Ayer había que tomarlo con calma y a partir del quinto kilómetro replantear la carrera. En ese punto, marcaba mí reloj 28:11. Si quería hacer un tiempo por debajo de los cincuenta y cinco minutos (lo pactado en salida), tenía que subir ritmo, pero siempre con cabeza. Cálculo rápido y ritmo crucero de 5:15.

Fueron kilómetros donde notaba que forzaba a mí compañero de fatigas, pero mis palabras y su esfuerzo hacían no perder el ritmo marcado. 

Los mil metros finales se hacen duros subiendo Castellana, tocaba dar las zancadas que más se sufren. Además de acercarnos a meta, visualizaba el globo de 55 minutos. En Cibeles adelantamos esa referencia y el trabajo estaba hecho. 

Meta. Objetivo cumplido. Hoy la satisfacción era doble. La mía, de haber disfrutado de la carrera, y de la otra persona, que su cara mostraba por partida doble, esfuerzo y alegría. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

MEDIA MARATÓN SAN LORENZO DEL ESCORIAL

CRÓNICA MARATÓN CASTELLON 2024 ATIPICA