CRÓNICA 10K EDP MADRID

 Seis de la mañana del Domingo día 26 de Septiembre del 2021. Suena despertador y el pensamiento es ¿Qué hago yo levantándome tan temprano un Domingo? La respuesta es fácil. Tengo Carrera. Una carrera especial. Una carrera qué se debería haber disputado hace año y medio. Una carrera qué sólo con haberla terminado hubiera sido un éxito hace año y medio. Pero el tiempo ha pasado y ahora tenemos un gran entrenador y a un club por el que sudar la camiseta. 

Días antes los compañeros del club "meten" presión, yo la intento quitar (era una carrera para compartir con mi hermano), el ritmo no iba a ser alto. 

Ya en línea de salida, mi hermano va a salir cuatro minutos antes y comentándolo, le digo que en el cuarto kilómetro le alcanzo y voy con el. 

Salida con poca gente al salir en diferentes cajones y el fresquito de la mañana hace ir cómodo. Se va alcanzando a corredores que salieron antes. Otra corredora y yo (habíamos salido en el mismo cajón) vamos marcando ritmos de 4,50 min/km. Voy con fuerza y con ganas de encontrarme con mi hermano. Antes del km cuatro ya le he dado alcance y sabe que vamos a ritmos diferentes. (El iba a sufrir a ritmo más alto). Después de unos minutos me comenta que tire para adelante. 

Sube y baja de puentes y subida interesante que me hace bajar algo ritmo, pero reencontrarme con la corredora que había seguido al principio y volver al ritmo del principio. 

De ahí a meta era mirar reloj, controlar ritmo y disfrutar de Neptuno y Cibeles. Llegada, parada de reloj y aviso del Garmin al establecido nuevo récord. 

Piel de gallina, lágrimas en los ojos y una alegría que me daba la respuesta por la que me había levantado pronto.